En esta época del año no paro de escuchar los rumores y noticias de que tal equipo ha fichado 2 jugador@s de otro equipo, que 3 niñ@s se han ido a jugar y que tal club ha fichado al “buen@” de otro sitio. Con el añadido de que cada vez lo escucho en edades más tempranas.
 
¿Porqué y para qué este “Mercadeo”?, ¿cuál es el objetivo?, ¿ganar ligas?, ¿ir a campeonatos de España?, ¿entrar en selecciones y tener mayor visibilidad?
 
Desde mi punto de vista, este escenario nos exige hacer una reflexión sobre el verdadero significado de la formación en baloncesto.
 
Antes de sumergirnos en el quid de la cuestión es fundamental comprender qué significa realmente la formación en el baloncesto. La formación no trata únicamente de enseñar habilidades técnicas y tácticas; también implica educar a los jóvenes como personas a través de los valores que marca el deporte. Varios puntos esenciales: 

  • Las jugadoras y los jugadores son los protagonistas: en el baloncesto de formación, l@s jugador@s son l@s verdader@s protagonistas. Como entrenadores y entrenadoras, nuestra prioridad debe ser su desarrollo tanto en el deporte como en la vida y centrarnos en su trabajo diario, única y exclusivamente.
  • No son deportistas profesionales: no estamos entrenando jugador@s profesionales. Debemos tratarlos primero como personas y luego como jugador@s. Esto fomenta el respeto y una actitud positiva hacia el entorno del equipo.
  • El sentimiento de pertenencia a un grupo: esta es una de las claves del éxito en formación. Hacer entender los intereses, valores y objetivos comunes tanto dentro del equipo como fuera de él. La comunicación, la educación y el respeto son los pilares para formar este sentimiento.
  • El apoyo de sus familias. Son un papel crucial, creo que los entrenadores y entrenadoras no debemos implicarnos en exceso, pero, de una forma profesional, debemos tener una relación correcta para que vean nuestra figura como un apoyo.

Por todo lo expuesto anteriormente, las entrenadoras y los entrenadores debemos tener claro que este proceso de aprendizaje personal-educativo va en paralelo del desarrollo  de las competencias en el baloncesto, tanto individuales como colectivas.
 
Ahora voy a hablar del “MERCADEO” desde dos puntos de vista:
a) desde el punto de vista del jugador o jugadora;
b) desde el punto de vista de la competición.

a) El “Mercadeo” de jugador@s:
En el baloncesto de formación existen razones importantes para no tener que fichar jugadores durante la etapa:

  • El Desarrollo Integral: El objetivo principal es el desarrollo integral de toda y todos los jugadores, no solo de su rendimiento en la cancha. L@s jugador@s están en una fase de aprendizaje. El proceso de “Fichar” puede crear una presión innecesaria y distraerles de su formación técnica y táctica.
  • Igualdad de oportunidades: Al fichar se corre el riesgo de privilegiar a unos sobre otros y que no todas las personas tengan la misma igualad de oportunidades para aprender, crecer y desarrollarse.
  • Formación técnica y táctica: No todas las personas aprenden y evolucionan al mismo tiempo por diversos factores (físicos, psicológicos, entre otros); si anteponemos esos fichajes todavía podemos devaluar más esa evolución. Además, puede afectar a la cohesión del grupo y afectar a la enseñanza de conceptos básicos.
  • Enfoque en el desarrollo personal: Es una fase clave para consolidar valores personales, de los cuales hemos hablando antes.

b) El “Mercadeo” en la competición:
Cuando se fichan a los mejores jugadores para el mismo equipo la competición se ve afectada considerablemente.

  • Dominio o supremacía de un equipo concreto: al reunir esos talentos, el equipo puede dominar en términos de habilidad y rendimiento. Esto lleva a una superioridad evidente en los partidos, desvirtuando la homogeneidad de la competición, perdiendo emoción.
  • Equilibrio y química: Sin embargo, existe riesgo de desequilibrio. La química entre las y los jugadores puede verse afectada si no se adaptaban bien y si hay conflictos de egos.
  • Presión y expectativas: Los equipos de formación no deben tener esa presión en la competición. Cualquier derrota o bajo rendimiento puede influir muy negativamente al grupo.
  • Impacto a los demás clubes: fichar a las o los mejores jugadores afecta de forma directa a los otros equipos especialmente a los más pequeños. Crea una desigualdad o, directamente, equipos tengan que desaparecer, lo cual conlleva a ligas más cortas y, como consecuencia, se juega menos (aspecto fundamental para el desarrollo de la formación).

En definitiva, fichar a las o los mejores es una estrategia arriesgada. Si se maneja bien conlleva al denominado “éxito competitivo” pero a un alto precio. Ligas menos competitivas y calendarios más cortos. Sin olvidarnos de la igualdad que te hace estar enganchado y disfrutar de una competición igualada cada fin de semana.

En resumen, el desarrollo integral de las personas que juegan a baloncesto debería ser la prioridad para los clubes, y para las y los entrenadores. Fichar cada año varios jugador@s, intercambiando piezas como si se tratase de deporte profesional, podría afectar negativamente este proceso.

Conclusión:
El mercadeo de jugadores jóvenes debe considerar tanto su formación como su desarrollo personal. Los clubes y entrenadores deben valorar la educación continua y premiarla adecuadamente. Así, construiremos una base sólida para el futuro del baloncesto.

Guillermo Beired Lafarga (Miembro de la Asociación)